FUENTE: El periódico de la energía
Un nuevo informe de las empresas de análisis de energía Ember Climate y AgoraEnergiewende eleva en cuatro puntos la participación de las energías renovables en la producción eléctrica de Europa, situándola en el 38%, frente al 34,6% en 2019, y frente al 34% que le otorgaba hace uno días un nuevo documento publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEE) de la Unión Europea.
De este 38%, el 20% fue eólica y solar, el 13% fue hidroeléctrica y el 6% bioenergía. De esta forma estas tecnologías generaron más electricidad que los combustibles fósiles para toda Europa por primera vez en 2020, y ese mismo hito se alcanzó en Alemania, España y el Reino Unido también por primera vez.
“Si bien Covid-19 tuvo un impacto en todos los países, su impacto en la tendencia general de la transición de los combustibles fósiles a las energías renovables fue bastante limitado”, escribió Ember. «El aumento de las energías renovables fue tranquilizadoramente robusto a pesar de la pandemia, y la caída de la electricidad generada por combustibles fósiles podría haber sido aún más dramática, de no haber sido por un repunte en la demanda eléctrica y el peor año registrado para la generación nuclear».
La energía eólica y solar son fácilmente las razones dominantes del aumento de la energía sin carbono en Europa. “La generación eólica subió un 9% en 2020 y la solar un 15%. Juntas generaron una quinta parte de la electricidad de Europa en 2020. Desde 2015, la energía eólica y solar han abastecido todo el crecimiento de las energías renovables en Europa, ya que el crecimiento de la bioenergía se ha estancado y la generación hidroeléctrica permanece sin cambios”, dijo Ember. La bioenergía experimentó un período de crecimiento en la década de 2000, pero desde entonces se ha estancado, habiendo vivido una década de continua desaceleración que ha desembocado en un 2020 que ha sido el primer año en el que la bioenergía registró una caída en la generación de 1,3 TWh en Europa.